George Orwell (Seudónimo de Eric Blair; Motihari, India, 1903 -
Londres, 1950) es un escritor británico. Formó parte de la Policía Imperial Inglesa en Asia.Vivió varios años en París y en Londres, donde conoció la pobreza; sus
experiencias como colaborador de los republicanos en la Guerra Civil
española (Orwell era socialista) las recogió en su interesante libro Homenaje a Cataluña (1938). Durante la Segunda Guerra Mundial formó parte de la radio inglesa. En 1943 entró en la redacción del diario
Tribune.
En general, toda su obra, incluida esta primera
etapa y las posteriores sátiras distópicas, reflejaron sus posiciones
políticas y morales, pues subrayaron la lucha del hombre contra las
reglas sociales establecidas por el poder político. Sus títulos más
populares son Rebelión en la granja (1945) y 1984 (1949),
ficciones en las cuales describió un nuevo tipo de sociedad controlada
totalitariamente por métodos burocráticos y políticos.
La obra de George Orwell 1984 (escrita en 1949) ha significado para
mí un gran descubrimiento en cuanto a
novela se refiere. Sinceramente no soy muy aficionada a leer pero en cuanto vi
la lista de títulos que podíamos escoger para realizar el trabajo no dude ni un
minuto en decantarme por ella.
El pasado año, los dos profesores que tuve en asignaturas
relacionadas con temas políticos mencionaron la obra de Orwell con tanto
énfasis que me despertó la curiosidad. Además he de confesar que siento
debilidad con todo aquello que este relacionado con los regímenes totalitarios.
Me parece realmente apasionante como una dictadura totalitaria puede llegar a
controlar la mente de las masas de tal forma que consigue deshumanizarlos y
despojarles de todo sentimiento de afecto que puedan expresar hacia otra persona.
En la
lectura creo que existen cuatro frases claves para entender como funciona la
dictadura totalitaria del superestado de Oceanía.
La primera: “la guerra es la paz” nos
quiere dar a entender que la guerra es una garantía para controlar a las masas
y que la clase gobernante se perpetúe en el poder, es decir, como en dicho
superestado la guerra es algo continuo (contra enemigo existente o inventado
por el líder) genera cierta tranquilidad para gobernar su estado como un mundo
aparte. Además las continuas guerras debilitan tanto física como mentalmente a
la población dejándoles mucho mas expuesto a la policía del pensamiento, para
que esta pueda manipular su mente y elimine de ella toda forma de pensar que no
sea la del partido.
Estas
guerras además eran utilizadas para librarse del excedente producido para
mantener el mismo nivel de pobreza para evitar una posible sublevación en
contra del Gran Hermano.
La segunda: “la ignorancia es la
fuerza” deja ver que en esta sociedad el nivel cultural era mínimo, es decir,
el estrictamente necesario para que llevaran a cabo las actividades que el
partido necesitara. La opinión de la masa es indiferente y toda aquella persona
que destacar (crimen mental) era inmediatamente vaporizada por el Gran Hermano.
Las personas tienen que autoconvencerse de que la única verdad es la del
partido.
La tercera: “la libertad es la
esclavitud” hace referencia a que la
masa encargada de trabajar para el Gran Hermano durante amplias jornadas son
los “libres” pese a estar observados y escuchados las 24 horas del día,
mientras que los propios miembros del partido, aquellos que viven por y para el
Gran Hermano y hacen que se cumplan todas las normas carecen de libertad alguna
( de cara a la galería estas personas tiene que reafirmar todo aquello que
beneficie al Gran Hermano pero a la hora de la verdad estas personas pueden
apagar las pantallas y dejar de ser observados).
La cuarta: “El que controla el pasado,
controla también el futuro. El que controla el presente, controla el pasado”.
Es obvio que el pasado existe gracias a los documentos que se van guardando y a
las memorias de los hombres, de tal forma que si conseguimos modificar los
documentos (trabajo que realiza Winston en el Departamento de Registro) y poco
a poco ir miando todo posible pensamiento del ser humano, conseguiremos
controlas el pasado.
He de decir
que como bien pasa en la obra, hasta cierto punto es fácil hacerse con el
control del pasado a través de los documentos pero si hay algo que resulta
realmente difícil es despojar al hombre de su pensamiento. El razonamiento es
lo que nos distingue del resto de los animales y nos hace libres, por ejemplo
cuando una persona se encuentra encarcela la única posibilidad de rozar la
libertad es viajar por su mente y evadirse por un momento de la realidad, por
lo tanto veo imposible que nunca nadie se pueda apoderar del control del
pensamiento.
Por otra parte me llama mucho la atención como
se concibe la sexualidad en la obra. El Gran hermano tiene como objetivo
erradicar todo sentimiento de compasión, empatía y amor sustituyéndolos por el
de odio, ira y desconfianza.
Para poder
llevar a cabo este proceso es imprescindible modificar el concepto de familia
que se tiene hasta ese momento. A partir de ahora las relaciones entre los
diferentes miembros del partido tendrá como fin el engendrar hijos, llegando a
percibir el sexo como algo incómodo que es necesario hacer por el bien del Gran
Hermano.
La educación
que imparte el Ministerio de la Verdad hace que los niños lleguen a delatar a
sus padres por ser culpables de crimen mental.
Recomiendo
la obra a todas aquellas personas que estén interesadas en temas relacionados
con los totalitarismos. Es realmente interesante la forma en la que El Gran
Hermano despoja a los hombres de sus valores y sentimientos con tal de que el
partido continúe gobernando.
Para todas
aquellas personas que amen los finales felices he de confirmar que este no es
su libro, lamentablemente Wiston y Julia no viven felices y comen perdices, más
bien se convierten en meras “máquinas” al servicio del partido tras numerosas
torturas.
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